sábado, 28 de junio de 2014

LA TEMIDA ADOLESCENCIA

El paso del niño a adulto viene a ser definido como la adolescencia, donde se van a dar diversos cambios de tipo psicológico y hormonales que siempre vienen acompañados con cierta inestabilidad emocional. Es un periodo evolutivo donde van a quedar claros rasgos de la personalidad de nuestro hijo. Estos cambios van a venir determinados por el contexto familiar y social del adolescente. Una de las principales características de esta edad es una nueva percepción de su realidad y un desarrollo de su inteligencia. A la vez se dan cuenta que sus responsabilidades están aumentando junto a la toma de decisiones propias. Ya son conscientes de las consecuencias de sus actos, de ponerse en el lugar de sus compañeros, amigos o familiares y pensar por sí mismos. 
En esta etapa evolutiva, el adolescente irá ajustándose sus comportamientos para poder llegar a la etapa adulta. Pero una de las principales características a las que nos vamos a enfrentar como padres o profesores es la rebeldía de su carácter, ya que la mayoría piensa que todo es posible y todo se lleva hacia los extremos: grandes pasiones, grandes compromisos, amistades... Es importante que en esta etapa en la que muchos padres no saben como actuar, no pierdan los nervios y no muestren una actitud de desprecio. Hay que buscar momentos para el dialogo en ambientes relajados y saber ponerse en el lugar de ellos, aunque en algunos momentos nos parezca imposible.  Es muy importante que los padres acepten a sus hijos como son y no como les gustaría que fuesen. Se pueden promover cambios de conducta o de comportamientos, pero siempre contando con sus puntos de vista.


Los profesores son también parte implicada en el buen desarrollo de los adolescentes. Deben involucrarse con ellos de tal forma que puedan crear cierta complicidad, generando grandes dosis de tolerancia con el fin de establecer un buen vínculo afectivo con su alumno. Tienen que buscar momentos para razonar sobre sus actos y nunca mostrar sus debilidades en público, ya que esto les haría quedar en ridículo. También deben aumentar en ellos, las consecuencias de sus actos con el fin de ir consolidando su responsabilidad.  El castigo no es una técnica buena  para utilizar. 
Partimos de que muchos adolescentes presentan falta de motivación en sus estudios o qué haceres diarios, tienen miedo a enfrentarse a sus tares diarias o retos entre sus iguales o familiares, debido a no tener una personalidad definida o que aún no tengan unos criterios claros ni objetivos definidos. 
Por todo ello, la participación de los padres, tutores y familiares es muy importante en esta etapa evolutiva. Debemos fomentar el dialogo con ambientes tranquilos que generen confianza, saber compartir aficiones o actividades deportivas o lúdicas creando vínculos afectivos positivos. Los padres y familiares tienen que observar los comportamientos de sus hijos o alumnos, marcando los límites establecidos en cada uno de los contextos mostrando cuando sea necesario una actitud firme y tranquila con el fin de ganarnos su confianza y respeto. 
La principal función de padres y educadores va a consistir en observar a su hijo o alumno en todas sus costumbres con el fin de detectar cambios para poder corregirlos de forma eficaz. Es importante que aceptemos su crecimiento como una etapa de proceso y que podamos hablar de ello con naturalidad. Es importante estar alerta, ya que en muchos adolescentes se produce la NO aceptación de los cambios. Puede haber rechazo físico, exceso de deporte, inhibición de conductas sociales o académicas. Tenemos que entender que esta etapa, los adolescentes son vulnerables a muchas situaciones sobre todo las de carácter social y muchos de ellos tienes grandes presiones. 
Saber si lo estamos haciendo bien o mal como padres o profesores, va a venir por nuestra observación diaria en ellos, en su rendimiento académico, en los hábitos de alimentación y sueño, en sus cambios fisiológicos  y en sus relaciones entre sus iguales.
Debemos prestarles atención compartiendo con ellos el mayor numero de experiencias posibles, con una actitud positiva de nuestra parte y nunca mostrando prepotencia. Hay que saber escuchar y aprender de ellos también. Podemos también compartir con ellos, nuestras experiencias cuando eramos como ellos con el fin de generar confianza y seguridad entre ambas relaciones. 
Como padres debemos estar preparados para actuar lo antes posible ante situaciones que veamos desajustadas, intentando demostrar que la familia es un conjunto, que tenemos claro los objetivos o fines intentando confiar al máximo en su propia responsabilidad. 
En las proximas entregas iremos aportando más información sobre esta maravillosa e interesante etapa evolutiva, y como siempre, haz que esta información llega a las personas que lo necesitan.

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