domingo, 10 de mayo de 2015

LA AVENTURA DE SER PADRES. ENTREGA I

Cada día se toman decisiones. Cada día asumimos ciertos riesgos mayores o menores. Cada día en nuestra vida somos capaces de sumergirnos en una nueva aventura que salvo algunos pocos, no saben como va a acabar. Es algo que nos conmueve, algo que no podemos controlar, algo que hace  pensar que realmente estamos vivos. Buscamos nuevos desafíos que nos den sentido a nuestra vida.

Una de esas decisiones debería ser la posibilidad de poder elegir cuando queremos ser padres. Deberíamos estar realmente “pre-parados” para saber que conlleva ser padres. Pero aquí esta lo maravilloso de la “Madre Naturaleza”. No podemos controlar con la seguridad del 100%, que hoy vamos a ser padres o por  lo menos que ya estamos en el camino de serlos.

A muchos padres, de repente les llega la noticia. ¡Vamos a ser padres!. Es como una gran noticia,  que no esperábamos o que estábamos buscando sin saber cuando llega. Otros lo programan tanto, que la noticia nunca llega o llega demasiado tarde. Será por el stress que nos inquieta  excesivamente de algo que esta por llegar. Lo que esta claro, es que hay un momento en nuestra vida, en nuestro proyecto familiar o personal, que nos enteramos que iniciamos la aventura de ser padres, que vamos hacer realidad algo que muchos desconocen lo que realmente significa y muchas personas experimentan una de las mayores sensaciones que uno puede tener.

Estemos listos o no, estemos “pre-parados” o no, lo que es evidente es que nuestras vidas, nuestro proyecto familiar empieza a vivir una nueva experiencia, unas nuevas sensaciones que darán un giro de 180º a todo lo que nos rodea.


Sin saber como, la noticia coge fuerza, la noticia nos envuelve en una especie de aurora que nos proyecta involuntariamente al futuro. ¡Estamos embarzados! Si, si. Estamos en plural, por que aunque nuestro hijo o hija esta fecundado en el vientre de la madre, el padre debería sentirse igualmente comprometido con ella. El padre debe ser parte del embarazo, debe ser realmente empático con su pareja y saber demostrar desde el principio, que esto, es cosa de dos. Esto no significa que a partir de ahora, las citas de control con el ginecólogo, tienen que ser obligatoriamente para dos, padre y madre, ni que los dolores tengan que ser compartirlos. Evidentemente, y hasta la fecha, ningún hombre en la tierra podrá tener la sensación física  de tener a un niño o niña dentro él. Pero lo que si podemos hacer y lo  que realmente esta en nuestras manos de los padres, es de poder desarrollar habilidades tan importantes como la empatía o la asertividad con nuestra pareja y futura madre de nuestro hijo/s o hija/s.

Evidentemente, la noticia de saber que vamos a ser padres, es diferente, la primera vez  que del resto de las veces. Pero que sea diferente o que se perciba de otra forma, no significa que no sea tan importante o más que la primera vez. Siempre y a pesar de todo, la llegada de un hijo o hija a este mundo, es un acontecimiento que hará cambiar el rumbo de nuestras vidas. Variables como la edad, la situación emocional, el trabajo, los familiares o el contexto social donde vivamos, serán significativos y repercutirán directamente, a la hora de educar  a un hijo o hija.

Lo importante es que ya estamos en el camino. Lo importante es que cada día que pasa nos preparamos para este gran acontecimiento. En este punto en el que nos encontramos, muchos padres y/o madres toman iniciativas para conocer más cosas que repercutan positivamente sobre su embarazo. Hay miles de estudios que nos dan información de cómo estimular a un bebe desde el momento de la concepción, otros que nos indican qué debemos comer, otros sobre ejercicios físicos que nos ayudaran a tener un cuerpo ajustado a los cambios que se avecinan etc, etc, etc. Lo seguro, es que la información que busquemos, si hacemos un buen uso de ella, nos puede ayudar a sentirnos mejor o a estar más seguros de nosotros mismos.

El periodo de embarazo en el que nos encontramos, podrá parecer largo o corto, complicado o tranquilo, con alteraciones médicas o sin ellas. Es un periodo que sobre todo necesita un estado psico-emocional  sin grandes dosis de stress y con una carga muy positiva de afectividad por parte de su entorno familiar, social y laboral. Si pudiésemos controlar estas variables al 100%, por lo menos nos aseguraríamos que el estado de salud mental de la futura madre y del padre, reúnen las mejores condiciones “posibles” para un buen embarazo.


Evidentemente en la realidad esto es casi una verdadera hipótesis que nunca se da. Hay situaciones de todos los tipos y colores, que nos van marcando mejor o pero nuestro camino.  Pero lo que es evidente, es que si intentamos poner los medios a nuestro alcance para que este periodo sea lo más estable posible, pondremos unos buenos cimientos de este gran  proyecto.

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